La Astrología nos puede ayudar a entender las relaciones de pareja, familiares, amistades o de trabajo a través de los análisis comparativos o sinastria, lo cual nos va a indicar el potencial de la relación y loa tipos específicos de compatibilidad y mediante el análisis del Mapa Compuesto que nos va a señalar la finalidad de la relación como tal.
La sinastría nos permite analizar en profundidad la compatibilidad de la relación entre dos o más personas estudiando la posición de los planetas y aspectos entre las cartas natales de los analizados, llamados interaspectos por Stephen Arroyo en su excelente obra “Nuevas Dimensiones de la Astrología” y la situación de los planetas de la carta natal de un individuo en las casas natales del otro. Y así se puede determinar como interactúan los campos energéticos de esas personas.
Sin embargo es muy importante antes de entrar a investigar como se relacionan entre si dos o más personas, estudiar la capacidad de relacionarse que tenga cada individuo en su carta personal porque probablemente sea la persona la que es incapaz de relacionarse con alguien y en ese caso no valdrá para nada la sinastria salvo para saber que une o desune a los involucrados si no se trabaja individualmente a la persona para que mejore su capacidad de relacionarse.
En los análisis cada planeta y cada casa tendrá mayor o menor significado, dependiendo del tipo de relación que estemos analizando: en una relación de trabajo, Mercurio y Saturno serán particularmente importantes, así como casas 6 y 10; en relaciones familiares por ejemplo, será significativos el sol, la luna, el eje 4-10 de las casas y en relaciones afectivas Venus, Marte, el Sol, la Luna y la casa V describirán la interrelación de las energías y sentimientos de las personas involucradas. No hay que olvidarse que en la carta individual es primordial el análisis del eje 1-7, sectores que señalan el encuentro del yo con el tú, el como me presento ante los demás y como me uno a la colectividad.
No hay que olvidar que nuestras relaciones se derivan básicamente de la imagen que tenemos de nosotros mismos y la que tenemos del mundo que nos rodea, constituyéndose así las relaciones en nuestro espejo Establecemos relaciones según como somos individualmente y por ello , como les decía antes, para saber que buscamos en una relación tenemos que conocer nuestra capacidad individual para relacionarnos.
No es fácil reconocer nuestras cualidades inconscientes, aceptarlas y hacerlas conscientes ya que generalmente las asociamos con defectos que poseemos o rasgos de conducta que han sido reprimidos en la infancia y de hecho nos molestan esas conductas en otras personas. Pero sólo así, con el reconocimiento de lo que no nos gusta de nosotros, podremos percibir la verdadera identidad de los otros y evitar huir de una relación cada vez que surjan problemas, ya que esa situación al ser inherente a nosotros mismos se volverá a repetir relaciones sucesivas.
Simplemente estamos hablando de la proyección en términos psicológicos. Solemos proyectar una cualidad inconsciente en otra persona, reaccionamos como si realmente perteneciese al otro, y no se nos ocurre adentrarnos en nuestra propia psique y buscar la causa de ello.
Esta proyección ocurre muy frecuentemente con los planetas en casa VII y con las oposiciones entre planetas de nuestra carta natal.
Como bien saben, en la carta natal tenemos ciertas funciones que van a señalar nuestras tendencias de comportamiento y por lo tanto con que tipo de personas nos relacionamos mejor.
En la carta natal hablamos de 4 elementos: fuego, tierra, aire, agua. El exceso o la carencia de algunos de ellos nos brindan determinadas características y lo que necesitamos para sentirnos cómodos con los demás.
Si tenemos mucho fuego establecemos relaciones con personas que nos estimulen físicamente, que nos hagan sentir enérgicos, vigorosos, competitivos.
Si hay un exceso de tierra preferimos estar con personas que nos hagan sentir seguros, estables, tranquilos.
Al exceso de aire lo estimulan las relaciones intelectuales, personas con quien pueda discutir, intercambiar ideas, o sea compartir conocimientos.
Si existe un exceso del elemento agua buscaremos personas que nos alimenten emocionalmente, que nos comprendan y nos protejan o a quienes podamos proteger.
Por supuesto las carencias de los elementos también producen determinadas conductas y en muchas ocasiones buscamos en las otras personas del entorno esa cualidad que nos falta, pero ninguna de las dos opciones nos va a garantizar la compatibilidad de la relación, pues solo son principios generales que se deben aplicar en cada caso en particular y es allí donde está la dificultad al realizar el análisis. Son muchos factores a considerar, como dije anteriormente y los demás indicadores de relaciones en la carta natal también deben ser analizados antes de emitir un juicio.
Debemos ver también cual polaridad predomina, si signos yang o yin, o sea es nuestro comportamiento muy masculino o femenino independientemente del sexo que tengamos.
La modalidad: cardinal, fijo, mutable y la orientacion: signos personales, sociales, universales son otros factores que nos van a dar pistas sobre nuestro comportamiento individual.
La casa 12, cuyo contenido representa a menudo energías o características que proyectamos sobre los demás o que atraemos por medio de alguien cercano a nosotros.
El eje 4-10: representan los problemas y las ataduras parentales y describen los tipos de mitos familiares que nos acompañan así como el rol que podemos ejercer en la sociedad en la que nos desenvolvemos.
La casa 5 (relaciones con hijos y erotismo).
La casa 8 (relaciones sexuales).
La casa 11 (amistades).
Cada planeta tiene un arquetipo asignado y con ellos podemos determinar los diferentes roles que nos toca jugar en una relación.
Como pueden darse cuenta existen muchos factores para analizar en los análisis individuales y determinar nuestra capacidad para relacionarnos y luego de haber hecho esto podemos pasar a la sinastría o comparación de las cartas de cada uno para ver la calidad de la relación entre los miembros de la relación y al análisis del mapa compuesto que viene dado por una tercera carta que se forma entre los medios puntos de dos pares de planetas y otros puntos sensitivos de las dos cartas natales en comparación. Por ejemplo, tomo la posición el Sol de una carta y la del Sol de la otra persona y el Sol de la Carta Compuesta viene a ser el punto equidistante entre esas dos posiciones y así se hace con cada planeta, cada cúspide de las casas y cualquier otro punto sensible de la carta. Este mapa compuesto nos va a señalar la finalidad de la relación en cada una de las áreas.
En la sinastria o comparación de cartas se comprende la manera en que una persona experimenta la totalidad de otra persona al colocar los planetas de una carta sobre las casas de la otra y viceversa.
Luego la interrelación planetaria o la relación entre planetas de una y otra carta nos va a indicar como interactúan los campos energéticos de esas personas que estamos analizando y como se “alimentan” mutuamente.
Son muy significativos los “dobles impactos”, es decir, que se interrelacionan los mismos planetas en ambas cartas. Por ejemplo la luna de A hace conjunción con el Júpiter de B y la Luna de B hace trino al Júpiter de A).
Quiero recordarles que estos análisis comparativos señalan la manera de interrelacionarse entre dos o más personas, en donde sus caminos se cruzan y en que áreas de la vida se entienden o rivalizan, pero luego el verdadero arte de relacionarse es intrínseco a cada persona y su nivel evolutivo o su madurez personal es lo que va a permitir el entendimiento y/o la durabilidad de una relación.
Estos análisis podrán dar pista sobre lo que nos aleja o nos acerca en una relación y en una conferencia es muy difícil plantear todos los aspectos a considerar porque es una información bastante amplia y a modo de conclusión resumiré algunos puntos que podrán ver en sus cartas natales y orientarles en ciertos aspectos que nos preocupan muchas veces por eso de “siempre me pasa lo mismo” sobre todo en las relaciones de pareja.
En la Astrología hablamos de la pareja interna que todos tenemos y la relacionamos con los elementos yin de la carta, que son la Luna y Venus y el elemento yang representado por Sol y Marte. Independientemente del sexo que tengamos o del signo al que pertenezcamos estas polaridades nos van a señalar el componente masculino y femenino que todos poseemos interiormente.
Este es un planteamiento general, pues para entenderlo mejor tendríamos que ir a las figuras parentales en la carta, representados por Sol y Luna, a la manera de dar y de recibir afectos que poseemos de acuerdo a nuestro Venus o a la capacidad de autoafirmarnos a través de Marte y como podrán ver hay mucho hilo para tejer.
La Luna y Venus en la carta de una mujer nos va a indicar como nos sentimos con nuestra feminidad y Sol y Marte nos mostrarán las cualidades que esperamos que tenga el hombre que deseamos.
En la carta de un hombre, el Sol y Marte nos indicarán como se siente con su propia imagen masculina y su Luna y su Venus no dirán que espera de una mujer o cual es el tipo de mujer que le atrae.
Es bueno aclarar que estos arquetipos nos señalan el tipo de pareja que nos atrae y no es necesariamente la que nos hará más feliz y por ello, caemos en la trampa que nosotros mismos nos ponemos cuando cambiamos de pareja y el problema se vuelve a presentar en una próxima relación y ahí llegamos al “siempre me pasa lo mismo” que les planteaba antes.
Para poder resolver el conflicto que se nos plantea en una relación volvemos a lo dicho al principio: sólo conociéndonos bien a nosotros mismo seremos capaces de entender a los demás y por lo tanto les invito a conocer bien su propia carta natal para que sean capaces de autoanalizarse y evolucionar cada vez más.
También recordemos que de manera inexplicable a veces nos entendemos con unas personas en ciertas áreas de nuestra vida pero en otras experimentamos grandes dificultades y aquí juegan un papel importante las lecciones que debemos aprender cada quien y que nos explica mejor por qué existen algunas relaciones aún dentro de su dificultad cuando la contemplamos desde la perspectiva kármica. Cuando se implica el karma nos encontramos en situaciones que escapan de nuestro control y que generalmente se expresan a través de una serie de experiencias similares que se manifiestan durante cierto tiempo y en ese momento atraemos a nuestra vida a las personas que pueden ayudarnos a comprender esa situación y resolverla.
Finalmente quiero acotar que tal como lo planteaba el astrólogo americano Richard Idemon, debemos considerar a la carta astral como un ente vivo y el terapeuta astrólogo como el decodificador del contenido mítico que proporciona la carta astral, la cual debe ser analizada con una perspectiva einsteniana de la realidad, según lo cual lo observado depende más bien de la posición del observador que de reglas fijas.
En la medida que los astrólogos seamos capaces de establecer un diálogo con el consultante para descubrir como vive su carta de acuerdo a sus mitos básicos personales que han sido estructurados en base a los mitos colectivos, sociales y familiares en que se ha desenvuelto y animarle a que explore el territorio de su carta natal para que sea capaz de trascender las fronteras psíquicas y comenzar el proceso de individuación que le permitirá la aceptación de sus lecciones de vida y producir el cambio que le traerá como consecuencia una mejor capacidad para relacionarse .
Bibliografía recomendada:
Astrología de las Relaciones Richard Idemon Ediciones Urano
Relaciones Humanas Liz Greene Ediciones Urano
Modernas dimensiones de la Astrología Stephen Arroyo Editorial Sirio
Relaciones Kármicas Martin Schulman Ediciones Indigo
Planets in Composite Robert Hand Editado por Whitford Press